Samsung Galaxy Camera

Aunque la segunda versión del Galaxy Note ha sido la estrella del evento Unpacked Berlín celebrado ayer, Samsung ha lanzado otro dispositivo que brilla con luz propia por su originalidad. Nos referimos, como no a la primera cámara de la coreana equipada con sistema operativo Android.

La Samsung Galaxy Camera es, para entendernos, como un Samsung Galaxy Note al que se le hubiera unido la óptica y sensor de la cámara Samsung WB850F. Estamos hablando de un sensor CMOS 1/2.3 de 16.3 megapíxeles con un grupo óptico equivalente a un 23 milímetros y un muy respetable zoom óptico 21x.

Pegado a esta cámara encontramos un Tablet con sistema operativo Android 4.1 Jelly Bean, procesador de cuatro núcleos a 1.4GHz y 8GB de almacenamiento interno a los que se unen hasta 32GB en formato MicroSD.

Una cámara bastante grande

Lo primero que llama la atención de la Galaxy Camera es su tamaño. Las imágenes de prensa pueden resultar engañosas porque no tienen referencias visuales claras, pero no hay que olvidar que el dispositivo tiene una pantalla táctil de 4.8 pulgadas.

Eso, unido a su grosor de 19.1 milímetros da como resultado una cámara algo más aparatosa que lo que estamos acostumbrados a ver en compactas (128.7 × 70.8 × 19.1 milímetros). El peso también es considerable: 305 gramos.

Si no tenemos problemas en asumir este tamaño, la Galaxy Camera ofrece una combinación interesante. Por un lado la calidad de imagen está muy lejos de lo que se puede lograr con una cámara de Smartphone. El sensor se comporta excepcionalmente bien en ambientes con poca luz. Las fotos salen muy nítidas, tanto en modo macro como con el zoom a fondo. En el lado menos bueno, el motor del zoom no es muy rápido y el enfoque se toma su tiempo, sobre todo con el zoom a tope.

Conectividad al poder

Otro punto muy interesante es la conectividad. La Samsung Galaxy Camera integra HSDPA, WiFi, WiFi Direct, Bluetooth 4.0 y LTE. Eso la convierte en una golosina para aquellos que necesiten enviar sus fotos con mucha rapidez o para fanáticos de compartir en redes sociales.

Eso sí, el dispositivo no tiene voz integrada. No sabemos si se podrá conectar algún tipo de manos libres y acabar usándola como smartphone con el software adecuado, pero Samsung la ha concebido para el envío y recepción de datos, no como teléfono.

Pros y contras

La Samsung Galaxy Camera es una apuesta muy valiente de Samsung por resucitar un segmento, el de las cámaras compactas, que parecía herido de muerte por los móviles. Seguramente algunos usuarios la encontrarán excesivamente grande. También habrá que comprobar hasta qué punto el entorno táctil de Android resulta cómodo para que los usuarios más avanzados manipulen continuamente los ajustes manuales más allá de los abundantes modos automáticos que trae.

Otra gran incógnita es la batería. Sospechamos que sus 1.650 mAh quizá se queden algo cortos a la hora de sostener tanta conectividad, cuatro núcleos, una pantalla descomunal y los motores de zoom y enfoque.

Si hay una cosa clara es que el contar con Sistema operativo Android convierte a la Samsung Galaxy Camera en un dispositivo muy versátil capaz de sacar fotos, editarlas y enviarlas a cualquier rincón de internet. Con ella podríamos casi prescindir de tablet, portátil y Smartphone.

Sin duda, el gran éxito del Galaxy Note como concepto ha animado a Samsung a probar suerte con este otro híbrido. Queda por resolver una última incógnita: su precio. Si logra estabilizarse en un margen asequible, la Samsung Galaxy Camera podría ser la pócima de resurrección que necesitaban las cámaras compactas.

Fuente: Xataka

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