La reciente presentación de Windows Phone 8 ha abierto no pocas interrogantes entre los actuales usuarios de la plataforma de Microsoft para smartphones. La principal, como es lógico, apunta al calendario y, sobre todo, al programa de actualización entre los terminales que actualmente disfrutan de alguna de las versiones que están en vigor de Windows Phone.
Respecto a lo primero, no será hasta el próximo octubre cuando Windows Phone 8 quede al descubierto. No obstante, por desgracia, no será posible instalarlo en móviles de las presentes generaciones. Los de Redmond ya han advertido que el lanzamiento de Windows Phone 8 irá acompañado de una versión accesoria, Windows Phone 7.8, que servirá para amortiguar la molestia que supone que la plataforma más avanzada de la casa no vaya a llegar a los terminales que hoy día se pueden conseguir en tiendas. Al menos, no a través de los cauces oficiales.
Las razones que aduce la multinacional norteamericana apuntan al rendimiento. Windows Phone 8 estará enfocado a dispositivos dotados de una serie de características que hoy día no pueden encontrarse en los la mayoría smartphones que se pueden localizar en el mercado dentro de este ecosistema —a saber: procesadores basados en arquitectura de doble núcleo y superior, pantallas que superen los estándares marcados por la resolución WVGA o sistemas de conectividad avanzado, como NFC—.Pese a todo, como decimos, Microsoft pretende mitigar el jarrazo que supone la negativa con la que se encontrarán los usuarios de móviles con Windows Phone 7.5 Mango con el lanzamiento de Windows Phone 7.8. En la práctica, esta versión pretende ser una solución para quien quiera tener Windows Phone 8 sin recurrir a uno de los nuevos dispositivos que previsiblemente se pondrán a la venta a partir del próximo mes de octubre.
La interfaz de usuario, por ejemplo, emulará la experiencia de Windows Phone 8. Es decir, que el entorno de iconos bautizado como Tiles estará presente en su edición con teselas de tres formatos, de modo que se ampliarán las opciones de personalización de los iconos. Y para muestra, durante el acto de presentación desarrollado por Microsoft, se pudo observar qué tal luce el Nokia Lumia 900 —teléfono que actualmente representa lo más trabajado de este ecosistema móvil— funcionando con una versión preliminar de Windows Phone 7.8.
Otra de las mejoras que contendrá Windows Phone 7.8 como parte de la contraprestación por no poder evolucionar hasta Windows Phone 8 se refiere, irónicamente, al sistema de actualizaciones. Y es que según parece, con esta edición de la plataforma, el usuario no tendría que depender del calendario de las operadoras para descargar e instalar la última versión vigente.
Como ya sabrás, las compañías que venden terminales sometidos a una serie de retoques impuestos en el firmware del dispositivo someten el ritmo de actualizaciones de sistema a su conveniencia, según necesiten incluir determinados apartados en la plataforma. No obstante, parece que eso se acabaría con Windows Phone 8/7.8, de modo que el usuario directamente podría hacer la descarga de la actualización mientras esté conectado a un punto Wi-Fi para hacerse con lo último de lo último directamente de la mano de Microsoft. Casi podría decirse que, en cierto sentido, parece que con vistas a coger carrerilla en el terreno de los sistemas para smartphones, los de Redmond han depositado la vista en la filosofía de trabajo de Cupertino. Una vez más.