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En 1997 los Hombres de Negro (Men in Black), supuso una revelación. Sin ser una cinta con elementos de gran obra, consiguió que su iconografía, antes solo vista en Expediente X, y una cantidad de elementos característicos de los cómics de Lowell Cunningham y Sandy Carruthers al tomar vida en la gran pantalla engancharan al espectador y le dejaran con ganas de mas. La pareja protagonista formada por Tommy Lee Jones y Will Smith tenía una química especial, y si le sumamos los gags de un experimentado agente que no se despeina por nada, y el agente novato de la nueva escuela, por no hablar del inolvidable flasheador (en la única de la saga con luz roja), las situaciones cómicas de la identidad secreta, los famosos identificados como aliens, y la alusión a nuestra insignificancia al final del metraje, conseguían tenerte atado a la butaca, con agujetas de la risa y terminando con muy buen sabor de boca.
Años después y casi por petición popular veía la luz la tan ansiada segunda parte, donde Barry Sonnenfeld, de nuevo a los mandos, demostraba una falta de interés inusitada y una falta de respeto por el público de proporciones bíblicas al volver a coger el guión de la primera parte y cambiar los personajes de papel, es decir, al igual que en la primera Smith novato aprendía de Jones, experto, en esta era el agente J el que enseñaba a un neuralizado K con un revoltijo de gags de la anterior cinta y escasos momentos brillantes. Fue una película que obedecía mas a una obligación comercial que a un verdadero interés por ampliar el Universo de los Hombres de Negro, pese a lo sencillo que se me hace hasta para un fan.
Diez años después nos presentan Men in Black 3, lo que a priori hace pensar que se han trabajado mas las cosas, pues los fans de la saga la veníamos pidiendo desde hace tiempo, y la verdad que así es. El agente J es mas experimentado, pero para seguir teniendo la pareja cómica, sigue siendo totalmente diferente al agente K, que quizá por no estar ya para estos trotes, desaparece misteriosamente, teniendo Smith que volver al pasado a conocer al mismo agente K de joven elegantemente encarnado por Josh Brolin, que no es sino una forma rebuscada de incluir sangre joven en la saga; y digo rebuscada por que amen que el joven agente K viaje al futuro, dudo que veamos cuarta parte, muy a mi pesar.
Brolin hace una brillante interpretación de K, que mas allá de un homenaje, mejora y vuelve mas gracioso incluso al original de Jones. Aparte de eso, el viaje en el tiempo, algo que antes o después tenía que pasar en el mundo de los Men in Black, creo que está desaprovechado, al igual que el enemigo y el extraterrestre Griffin. Al viaje en el tiempo, a 1969, horas antes del lanzamiento del Apolo 11 a la luna, se le podía haber sacado mas partido con el afroamericano agente J, pero quitando un minigag al llegar a 1969, no lo aprovechan.
El enemigo pese a que te cuentan lo malo que es, poca maldad (y luces) demuestra, aunque hay que decir que la caracterización si fue bastante buena. El extraterrestre Griffin, que tiene la clave de la película, promete mas que demuestra, pudiendosele haber dado algo mas de metraje. Sin embargo, la pelicula en general me sorprendió para bien. Josh Brolin me parece un buen agente K, Will Smith, demuestra que es de los Hombres de Negro por derecho propio, los extraterrestres de 1969 con su estética de películas de la época, la salida de Z y llegada de O (interpretada por Emma Thompson que se está aficionando al igual que su ex-marido a los papeles de apertura), o identificar a Andy Warhol, Lady Gaga y Mick Jagger como intrusos entre la normalidad terrestre, hacen de la cinta algo mas de hora y media de carcajadas y reencuentros.
Si he de poner un fallo es que al final la memoria del agente K se borra misteriosamente y sin explicación, aunque tratan de encajar algo mas todas las piezas.