Representantes de la industria audiovisual española y la Federación Antipiratería dieron esta semana una rueda de prensa para presentar su nueva Campaña Antipiratería 2005. De forma similar a la anterior, se distribuirán anuncios entre otros medios en cines y DVDs (curiosamente dos medios en los que sus espectadores pagan religiosamente por verlos), en los cuales se equipara la descarga de películas en Internet con el robo de un coche. No contentos con la publicidad engañosa (eso sí es ilegal), han solicitado al Gobierno que modifique la legislación para multar a quien descargue películas o compre en el top-manta.